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70% AGUA, 100% SCUBAPRO.

El 29 de Junio de 2022

Expedición de buceo polar

Spitsbergen bajo la superficie

Por Courtney Mattison para Mission Blue

SCUBAPRO es un orgulloso patrocinador de Mission Blue. Esta organización realizó recientemente una expedición Hope Spot en Spitsbergen. Continúe leyendo para descubrir su aventura ártica.

Polar Bears
(c)KipEvans

Imagínese cayendo de espaldas desde una embarcación hinchable a las gélidas aguas del Ártico... intencionadamente. Envuelto en su equipo de protección, se mantiene prácticamente seco a medida que el frío va penetrando en su cuerpo y desciende hacia las profundidades glaciales.

«Lo primero que sientes es el impacto del frío», afirma la Dra. Helena Reinardy, profesora asociada de Ecotoxicología en la University Centre Svalbard (UNIS) y miembro del Longyearbyen Dive Club. Y continúa «Piensas: ‘¡Tengo que salir de aquí ahora mismo!’... Pero te acostumbras muy rápidamente a ello».

 

Polar Diving
(c)PeterLeopold

Bajo las olas, te encuentras inmerso en la vida planctónica, que incluye algunos tipos de zooplancton sorprendentemente grandes: medusas pulsátiles color verde dorado del tamaño de canicas, esquivos anfípodos semejantes a gambas y gráciles ángeles de mar (Clione limacina). Las frondas de quelpos relucen al paso de la máscara de buceo al dirigir la mirada hacia las rocas cubiertas de algas pardas, en las que habitan mejillones, gambas, cangrejos y otros invertebrados. Con un poco de suerte, ves alguna foca común (Phoca vitulina ssp. vitulina) deslizándose alrededor para inspeccionarte.

Arctic Harbor Seal 

(c)KipEvans

Los miembros del equipo de submarinistas vivieron todo esto y mucho más el pasado junio durante la última expedición de Mission Blue al Hope Spot de la Isla Spitsbergen –un área remota del archipiélago Svalbard situada en un punto casi equidistante entre Noruega continental y el Polo Norte–, patrocinada por la selecta marca francesa de cosméticos Biotherm. Kip Evans, director de Expediciones y Fotografía de Mission Blue, se topó con algunas focas comunes muy curiosas mientras buceaba con botella en una pequeña bahía a unos 80° de latitud norte:

Entré en el agua... y me quedé flotando en la superficie, cuando de pronto las focas aparecieron por todas partes, aproximándose a mí. Estoy convencido de que esta es una de las pocas ocasiones en que han interaccionado con alguien en el agua. Y se acercaban raudas, a más de 30 kilómetros por hora, y después se detenían un instante y me miraban directamente a la cara antes de continuar. Lo que tienen de especial las focas comunes, comparadas con otros mamíferos marinos con los que he estado en el agua, es que son verdaderas acróbatas submarinas. Y, al igual que los leones marinos, se acercan, se retuercen y giran con gran agilidad. Y yo me siento como un payaso torpe cuando estoy en el agua con ellas, por lo increíblemente gráciles que son.

Diving with seal
(c)PeterLeopold

Aunque Evans lleva acumuladas miles de horas de inmersión por todo el mundo, estas fueron sus primeras inmersiones en latitudes tan altas. Pudo disfrutar de la compañía de Peter Leopold, doctorando del departamento de Biología Ártica y Marina en la UiT (The Arctic University of Norway) en Tromsø, experto en buceo bajo el hielo. «Lo que más me gusta de bucear en el Ártico, y particularmente en Svalbard», comenta Peter Leopold,, «es poder ver el mundo submarino intacto, incluso a veces inexplorado, con mis propios ojos». Continúa diciendo: 

En muchos de los lugares que visitamos nunca se ha buceado antes, por lo que siempre se percibe de algún modo como una exploración. La posibilidad de ver algo especial está siempre ahí. Pero lo que más me choca es que, desde la costa, todo lo que ves es roca, montañas, nieve y hielo. Sin embargo, bajo el agua, cada centímetro cuadrado está cubierto por vida marina de los colores más bellos. Nadie podría creerlo hasta verlo con sus propios ojos.

Los colores y la morfología de la vida invertebrada de los bosques de quelpos también impresionaron a Evans. Recuerda ver bivalvos y diversos crustáceos «incrustándose como cuñas en grietas y fisuras y fijándose al substrato rocoso» y quedó asombrado ante la imponente biomasa de algas:

Cuando estás meciéndote en la embarcación, cerca de la costa, observas estas increíbles vistas, estas montañas, estos litorales rocosos. Y, por supuesto, esperas que continúen hacia abajo atravesando la masa de agua. Pero lo interesante es que cuando bajas ahí, lo primero que te llama la atención es la abundancia de vida en forma de algas.

Arctic Algae
(c)KipEvans

Los quelpos y otras algas han sido muy abundantes históricamente en las aguas que rodean Spitsbergen, sustentando una comunidad muy diversa de invertebrados y desempeñando un papel fundamental en la cadena trófica. Hoy en día continúan teniendo mucha importancia, pero, como ocurre con muchos otros aspectos de este delicado ecosistema, su abundancia y distribución están sufriendo el impacto del cambio climático. Los bosques de quelpos como el que observaron Evans y Leopold han comenzado a desplazarse a medida que el calentamiento global ha ido reduciendo el hielo permanente fijado a la costa. Especies de quelpos como la Laminaria digitata proliferan ahora en aguas menos profundas que el hielo protegía hasta ahora de su invasión. Este desplazamiento se traduce en un hábitat a menor profundidad de invertebrados que son una fuente de alimento esencial para especies de niveles tróficos superiores, como la morsa (Odobenus rosmarus), que busca alimento en la costa, pero el impacto de la alteración de estos ecosistemas es complejo y difícil de predecir.

El equipo de expedición Mission Blue se asoció con Polar Bears International y otros expertos en ciencias y política, entre los que se incluye Leopold, para observar y documentar el impacto del cambio climático en el Hope Spot de la isla Spitsbergen a bordo del S/V Linden. Al ser una expedición Hope Spot de Mission Blue liderada por Kip Evans y Mette Eliseussen, director y jefe de expedición de Arctic Voyagers en Basecamp Spitsbergen, este viaje se concibió con la idea de generar conciencia, fomentar colaboraciones e impulsar el apoyo público masivo de una red global de áreas marinas protegidas o «Hope Spots». Mission Blue inspira la acción de explorar y proteger el océano. El buceo con botella es una parte fundamental de nuestro trabajo –incluso en aguas gélidas– para poder compartir la visión del mundo submarino y motivar a todo el mundo para proteger el océano, el corazón azul del planeta.

Arctic Scuba Diving
(c)BrettGarling

Con el fin de garantizar el éxito de la expedición, Evans pasó muchos meses intercambiando correspondencia con guías y buceadores de Spitsbergen. "No solo estoy supervisando la expedición», dice, «sino que además me estoy asegurando de que se crean y obtienen contenidos que se pueden utilizar para informar al público general sobre el Ártico». Es importante, afirma, crear «contenido subacuático que se disemine entre el público para que puedan aprender y se comprometan con los problemas y los Hope Spots.”

Evans también trabajó estrechamente con el patrocinador de Mission Blue ScubaPro para asegurarse de contar con el equipamiento adecuado para efectuar inmersiones seguras y productivas en el Ártico. Estas exploraciones en persona no serían posibles sin equipos especializados, diseñados expresamente para las condiciones del buceo polar. El agua extrae el calor corporal un 25 por ciento más rápido que el aire, y en aguas a 1°C - 3 °C (como las que experimentaron los miembros de nuestro equipo), la pérdida de calor por la exposición al agua puede provocar la muerte en menos de una hora, incluso con equipos protectores. Sin ninguna protección, el cuerpo humano genera una respuesta al golpe de frío y comienza a hiperventilar de inmediato en cuanto penetra en agua muy fría. El riesgo de ahogo aumenta considerablemente durante el transcurso de esta respuesta, que generalmente disminuye tras unos minutos. La sangre se desplaza hacia el centro del cuerpo para proteger los órganos vitales, lo que origina debilidad muscular y pérdida de coordinación tras entre 10 y 20 minutos en agua a 5°C.

 

El frío que hacía era extremo (próximo a la congelación) y mi traje seco Evertech hizo un gran trabajo para mantenerme cálido y, lo más importante, totalmente seco en cada inmersión.  Es sencillamente el traje más cómodo que he tenido nunca.  Su robusta confección marca la diferencia en condiciones extremas como el Ártico.  Todos los toques profesionales que incluye se agradecen enormemente cada vez que lo usas.

SCUBAPRO Dive Gear
(c)PeterLeopold

Para hacer las cosas aún más difíciles, las temperaturas gélidas pueden provocar que un regulador de buceo normal comience a generar flujo libre. «Trabajamos como equipo, de forma que si alguien tiene un problema, el otro ayuda», afirma Peter Leopold. Continúa diciendo:

Es... una medida de seguridad muy importante. Siempre vamos dos buceadores juntos y permanecemos a la vista y observamos lo que hacen los otros. Y disponemos de mucho equipamiento para buceo en aguas frías. Así que tenemos reguladores en los que confiamos que no se congelarán.

Evans estuvo buceando con el A700 Carbon BT con una primera etapa MK25 EVO. Evans destaca: «Tiene un diseño liviano ideal para viajar, pero es un regulador que se siente robusto y que permite respirar sin esfuerzo.  ¡Es la combinación perfecta para mí!» 

Entre sus otros productos SCUBAPRO favoritos se encuentran los ordenadores de buceo  G2 y G2C y las aletas Seawing Nova Gorilla

El G2 es fácil de usar y se lee con comodidad.  Me encanta su pantalla a color y su tamaño compacto, que evita que se atasque en el chaleco como otros ordenadores de muñeca más grandes. Las aletas Gorilla se están convirtiendo en mi par favorito, ya que su diseño ligero es perfecto para viajar, pero son lo suficientemente robustas como para adentrarse en fuertes corrientes con el equipo de la cámara a cuestas.    

SCUBAPRO Dive gear
(c)KipEvans

Los buceadores polares como Evans, Leopold y la Dra. Reinardy se visten con capas de ropa interior cálida y con un traje seco especial con cierres de silicona alrededor del cuello y las muñecas antes de colocarse las capuchas, los guantes y el resto del equipo de buceo. Evans llevaba un nuevo traje de ScubaPro llamado Evertec, confeccionado con un resistente nailon transpirable. «A diferencia de los trajes secos del pasado», comenta, «los de hoy en día resultan muy cómodos. Están fabricados con materiales muy resistentes que permiten flexionar y doblar el cuerpo, lo cual es de gran ayuda cuando necesitas moverte rápidamente para disparar [fotografías] bajo el agua».

El Dr. Aleksey Shestov, postdoctorado en el departamento de Tecnología Ártica de The University Centre de Svalbard, dirige el Longyearbyen Dive Club y ofreció a nuestro equipo algunas explicaciones sobre buceo polar mientras realizaban un recorrido, además de proporcionar a Evans y Leopold botellas y equipos de seguridad para la expedición. Explicó que el gobierno local respalda al club de buceo, lo cual revierte en beneficio de la comunidad. «Bucear aquí, en Longyearbyen, es bastante exótico y no está al alcance de cualquiera», comenta, «por lo que mucha gente se siente atraída por la idea de venir a bucear... Es frío, peligroso y divertido».

¿Quiere saber más sobre la expedición y el cambio climático? Léalo aquí

(c)BrettLoveman

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